Luis Gutiérrez, el congresista por Illinois que en una ocasión comparó al terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera con George Washington y quien describió el asesinato de Kate Steinle por un indocumentado como “una cosa pequeña”, ha anunciado su retiro del Congreso de los Estados Unidos.
Según la Agencia EFE:
El demócrata Luis Gutiérrez anunció hoy que dejará el Congreso, donde, desde 1993, es uno de los políticos hispanos más combativos en la defensa de los derechos de los puertorriqueños y los inmigrantes, luchas que le han llevado a enfrentarse duramente al presidente Donald Trump.
En un movimiento que sorprende después de que adelantase hace unos días que tenía las firmas necesarias para presentarse a la reelección, el político boricua aseguró que después de representar al Distrito 4 de Illinois durante 25 años buscará otro rumbo político y no se presentará a los comicios de 2018.
En cuanto a los medios se refiere, la salida de Gutiérrez dejará el mayor hueco en Univision, cadena que perderá su legislador más estridente e invitado más frecuente en el semanario político Al Punto. Gutiérrez es el invitado con mayor cantidad de comparecencias, y aunque se le considera una voz confiable en cuanto a temas de izquierda se refiere, se le recordará mayormente por su apoyo estridente a políticas de frontera abierta y a la clemencia para el terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera.
Por años, Gutiérrez tuvo mano libre para hablar sin que le llamase a capítulo, pero eso terminó tan pronto MRC Latino llegó a la escena en el 2014. Pasados dos años, Gutiérrez seguía molesto con nosotros por haber resaltado sus expresiones tachando al asesinato de Kate Steinle de “una cosa pequeña”.
Algunas de las otras bombas retóricas de Gutiérrez incluyen: la vez que le dijo al presidente Barack Obama que era hora de pagar la deuda de la reforma migratoria- con intereses, la vez que arengó a Univision a cubrir los motines del Primero de Mayo (publicando después un anuncio falso de cierres de restaurantes), y por supuesto, su adulación del terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera.
La cobertura brindada por Univision, aunque algo mesurada por haber originado desde Chicago, tuvo elementos hagiográficos y de luto. No obstante, la cadena no padecerá carencia de otros tirabombas retóricos. Univision fue instrumental en la elevación nacional de la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz -una aliada acérrima de Gutiérrez- y a nadie debe tomar por sorpresa que la socialista separatista de San Juan asuma ese rol nacional en anticipación de una candidatura a la gobernación en el 2020.
Gutiérrez no se va del Congreso sin haber logrado su objetivo principal- la clemencia para el terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera. Pese a su intención declarada de apoyar la reconstrucción de Puerto Rico tras el paso devastador del huracán María, tal parece que Gutiérrez va a llevarse tanto su machete como su jugosa pensión congresional para Puerto Rico (para unirse así a la presidenta saliente del Concejo Municipal de Nueva York Melissa Mark-Viverito y la alcaldesa Cruz), sin que nadie se lo pida, para unirse a una lucha por la independencia que apoya tan solo el 2% de la población. Esto tampoco debe de sorprender a nadie. Esto fue lo que observamos en mayo cuando el congresista de Chicago glorificaba a su compañero terrorista ante las cámaras de Univision:
Más adelante, Gutiérrez asegura que "...un diá pronto, espero estar aquí en mi patria, luchando (por la independencia de Puerto Rico) con mi hermano y mi líder Oscar López Rivera." Si Gutiérrez tiene tanto afán de tomar la lucha, entonces sugiero que abandone su escaño en el Congreso, renuncie a su pensión Yanki imperialista, tome un machete, y se vaya con su lucha para Puerto Rico. De lo contrario, puede regresar a Chicago para seguir luchando por una amnistía migratoria, y dejar de hacerse pasar por portavoz de toda la comunidad puertorriqueña en la Isla y más allá.
En última instancia, la historia recordará a Luis Gutiérrez como poco más que un demagogo racial con simpatías terroristas. Tanto nuestra política nacional como el Congreso mejoran tras su salida. No se le va a extrañar.