La cadena A&E se alista a transmitir en enero una serie de ocho capítulos titulada "Generation KKK (Generación del Ku Klux Klan)". Fusion tiene algo que decir al respecto, pero sus protestas seguramente caerán sobre oídos sordos.
Del artículo de Fusion, sutilmente titulado "A&E está haciendo un show sobre el KKK y la gente está furiosa":
La normalización de los grupos pro supremacismo blanco y del odio que impulsan está en transcurso, y parece ser igual de predecible e horripilante que la cadena echarle ganas a eso, dado el legado de dicho grupo de asesinar y aterrorizar a la gente negra. Por supuesto, A&E no lo ve así. El gerente general de la cadena Rob Sharenow le dijo al New York Times que "ciertamente no quisimos que el programa fuese visto como una plataforma para las ideas del KKK...La única agenda política que realmente tenemos es de ponernos de pie ante el odio."
Por un lado, podemos estar en fácil acuerdo con la idea de que la normalización de grupos tales como el Klan jamás es algo bueno. Pero ¿de dónde deriva Fusion el standing para criticar a otra cadena por hacer lo mismo que hicieron ellos hace dos meses?
Soy tan viejo que puedo acordarme de mediados de octubre- cuando Jorge Ramos cerró su cobertura viciada de la campaña del 2016 con broche de oro con la difusión de "Sembrando Odio", un documental que pretendió narrar...esperen....el ascenso de los grupos de odio dentro de los Estados Unidos.
Tando "Sembrando Odio" como el concierto-mitin en la frontera RiseUp: Una Voz se realizaron en nombre de ponerse de pie ante el odio, ¿o no? Parece que tanto a Univisin como a su hermanita floja les plació "normalizar el odio" siempre y cuando estuviese en línes con la agenda programática de la cadena de ayudar a elegir a Hillary Clinton a la presidencia de los Estados Unidos. A nadie se le movió un pelo cuando Jorge Ramos fomentó la normalización del odio al irse a las sínsoras para encontrar a dos o tres gatos en una reunión del Klan, y ponerles de frente una cámara y un micrófono.
Es posible que ese poco de ironía pase desapercibido ante las decenas de televidentes de Fusion, aún si los demás vemos claramente esta instancia de hipocresía desfachatada.
Médicos, cúrense a sí mismos.
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