Durante una entrevista con Hillary Clinton en New Hampshire, la semana pasada, la conductora de Univisión, María Elena Salinas, perdió una importante oportunidad para hacer realidad su afirmación de que su cadena de noticias es “imparcial y equilibrada”. Desafortunadamente, la sazonada conductora, de la mayor cadena hispanoparlante, permitió que la precandidata presidencial demócrata y exsecretaria de Estado, atacara a Judicial Watch por su papel en exponer el gran escándalo político que es objeto de investigación por el FBI y litigio en tribunales federales.
El centro del problema lo constituye el uso de un servidor privado por parte de Hillary Clinton para tratar asuntos oficiales mientras se desempeñaba como secretaria de Estado. Judicial Watch, una fundación no partidista con fines educativos, dedicada a la promoción de la transparencia, la responsabilidad y la integridad en el gobierno, ha jugado un papel muy importante en sacar a luz pública los detalles. Judicial Watch ha presentado querellas, amparadas en la Ley de Libertad de Información (FOIA por sus siglas en inglés), buscando archivos del Departamento de Estado como parte de la investigación en curso. Entre estos se encuentra una querella buscando los archivos relacionados al polémico estatus de empleo de Huma Abedin, anterior jefa de despacho suplente de Clinton y esposa de ex congresista de Nueva York, Anthony Weiner.
Ahora sabemos que debido al uso de un servidor de correos privado, el Departamento de Estado no pudo encontrar los archivos correspondientes a la querella de Judicial Watch. El FBI ha iniciado una investigación e incluso la prensa tradicionalmente liberal ha reportado la gravedad del asunto. De hecho, casi todos los medios noticiosos del país, incluyendo CBS, CNN y prácticamente todos los periódicos, han reportado que cientos de los correos electrónicos “privados” de Clinton fueron señalados por posiblemente contener información clasificada.
Este es un asunto serio y que pudiera conducir a cargos criminales, aun así Salinas dejo que Clinton evitara adentrarse en el tema durante la entrevista.
MARIA ELENA SALINAS, CONDUCTORA: Aunque usted ha jurado bajo riesgo de perjurio que ha entregado todos los correos electrónicos relacionados a registros federales, Judicial Watch dice que eso no es suficiente. ¿Ha creado esto la percepción de que usted esconde algo?
HILLARY CLINTON: No, porque usted tiene que recordar que Judicial Watch es un grupo partidista que ha demandado a demócratas durante 20 años, a mí en particular, ellos van a demandar por cualquier cosa para conseguir una ventaja. Los hechos están muy claros: yo le entregué todos mis correos electrónicos de trabajo al Departamento de Estado para asegurar que esos archivos estén completos. Esos son los hechos, ahora eso no significa que yo voy a convencer a los partidistas que en este momento están tratando de hacer todo este tipo de alegato.
Judicial Watch tiene un probado historial no partidista y ha demandado a ambos, gobiernos republicanos y demócratas, que han violado las leyes creadas para mantener un gobierno transparente y responsable. De hecho, Judicial Watch litigó ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos para obtener los archivos del Grupo de Trabajo de Energía del ex vicepresidente Cheney durante el gobierno de George W. Bush. De hecho, Judicial Watch presentó cientos de quejas amparadas en FOIA durante el gobierno de Bush.
Atacar a Judicial Watch fue simplemente una desviación del problema real, y es que Clinton fue forzada a entregar su servidor informático y algunos correos electrónicos al FBI y al Departamento de Justicia. Ningún miembro del gabinete ha usado jamás su propio sistema de comunicaciones externo, en un esfuerzo para esquivar ambos sistemas estatales de información no-clasificada y clasificada. Este caso pudiera muy bien resultar ser un delito de seguridad nacional.