La cancelación del programa semanal (y cambio subsecuente del rol del veterano presentador de noticias) en la cadena Fusion nos dice mucho más sobre el giro que ha dado la cadena que sobre el periodista controversial. Y eso no debe de sorprender a nadie.
Semanas de ausencia de la programación de Fusion y un mensaje de error donde estuvo una vez el sitio web de America With Jorge Ramos dieron lugar a la sospecha de que la cadena había cancelado lo que llegó a ser su programa estelar y de mayor sintonía. Esa suspicacia quedó confirmada tras el anuncio de que habría un cambio en el rol que desempeña Ramos en la cadena Fusion. En lugar de una versión en inglés de Al Punto (modificado para los milenios liberales que sintonizan a Fusion), Ramos estará al frente de una serie de especiales llamado "Show Me Something (Muéstrame Algo)". Según TV Newser:
El veterano presentador de telecadena y de cable se sentó con una gama de líderes globales y personajes de la cultura popular para la nueva serie Show Me Something, pidiéndoles que les hable de "algo que aman". Ramos y sus invitados exploraron sucesos que les presentó un reto o les definió durante el transcurso de sus carreras, así como detallitos desconocidos de sus vidas íntimas, cosas que el público podría desconocer.
"En un año político muy cargado, quisiera experimentar con el formato de entrevistas," dijo Ramos. "Puede ser reinventado si encuentras a una figura en un lugar interesante, hablando de temas de actualidad, y pidiéndole a él o ella que te muestre algo que realmente les apasione. Después de tres décadas en la industria, sigo sorprendido con los resultados."
"Sin duda, Jorge es uno de los entrevistadores más cautivadores de nuestra era," según Daniel Eilemberg, presidente de Fusion. "En esta serie nueva, Jorge lleva a los televidentes a un viaje a descubrir lo que impulsa y motiva a las figuras influyentes que forjan nuestra cultura."
El cambio hace sentido por cuanto no puedes verdaderamente sostener un programa político cuando casi la mitad de la clase política de la nación se niega a hablar contigo debido a razones autoinfligidas. Así que, en lugar de hacer las preguntas difíciles, Ramos ahora saldrá de viaje a verse con celebridades y preguntarles lo que sienten sobre los temas de actualidad, y sobre sus propios viajes personales.
En muchos sentidos, este cambio representa el fin de Fusion según lo conocimos. Lo que una vez fue la joya en la corona de Univision y precursor del dominio generacional de la cadena fue desangrada (como vimos después de la elección del 2016), se le quitó lo que quedaba de identidad única, y se colocó en el sitial que una vez ocupó la desgraciada Gawker en la plataforma Kinja- un fin indigno para la creación de Isaac Lee.
El artículo de TV Newser también mencionó el hecho que Jorge Ramos recibirá el Premio Walter Cronkite por la Excelencia en el Periodismo Político el viernes 28 de abril. Hay quienes ven este galardón como prueba definitiva de la politización de nuestros medios de prensa. Como dice Joe Concha de The Hill:
Volviendo a Ramos, para quienes alegan que él tiene la razón al tomar partida contra Trump, recuerden esto: Él es un presentador de noticias. No le compete tomar posturas públicas contra nada.
En su lugar, él personifica precisamente la razón por la cual una mayoría abrumadora de los estadounidenses no creen en los medios de prensa: Él es un proponente a viva voz quien abusa públicamente de su poder mientras funge como presentador principal de noticias en dos cadenas nacionales para fomentar su agenda y la presenta como hecho, no opinión.
Eso es peligroso. Y el que usted esté de acuerdo con la postura migratoria del presentador no es relevante a esta conversación.
Sino, lo es cuando integrantes de los medios de prensa como él son honrados con un galardón que lleva el nombre de Walter Cronkite por malentender completamente cuál es su trabajo.
Sugiero que la prensa lleva mucho tiempo actuando de ésta manera, y lo que distinguió a Ramos de sus pares en el 2016 fué sencillamente cuestión de grados de partidismo político. A fin de cuentas, éste mismo premio se le dio a Katie Couric en el 2009 por destruir a Sarah Palin. Luego, Couric pasó a editar un documental de manera capciosa para hacer lucir mal a defensores de la Segunda Enmienda.
A nadie debe sorprender que Jorge Ramos, quien al día siguente de la elección compareció ante medios mexicanos para decir que "el cálculo equivocado fue creer que su falta de credibilidad iba a ser menos importante que el racismo y sexismo de Donald Trump" podría estar a punto de recibir un premio que lleva el nombre de un señor quien, tras ver el apabullante éxito de las tropas estadounidenses durante la Ofensiva Tet del 1968 , miró a la cámara y dijo que la guerra estaba "atascada en un impasse". En lo mínimo.