Tras su impresionante triunfo sobre el congresista incumbente Joe Crowley (NY-14) en la primaria demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez compareció en el programa Al Punto en una entrevista enmarcada tanto por la adulación vertida hacia la candidata como por la dificultad de esta en articular sus políticas públicas predilectas.
Así fue como Ocasio-Cortez (conocida también como AOC) tomó lo que debió ser una pregunta fácil del presentador Jorge Ramos, formulada para darle una oportunidad de expresar una diferencia entre su “sandernismo” (como se le describe al socialismo que promulga Bernie Sanders en Estados Unidos) y el homicida régimen castrista en La Habana:
JORGE RAMOS: Alexandria, ¿cómo es una socialista en el 2018? Y déjame ponerlo en el contexto. Hay muchas personas aquí en los Estados Unidos que cuando piensan en socialismo lo equiparan al comunismo de la antigua unión soviética. ¿Por qué tu socialismo es tan distinto a estas lecciones de la historia?
ALEXANDRIA OCASIO-CORTEZ: Bueno, este es un... Lo que estamos hablando es... El socialismo demócrata, y eso es algo muy diferente, porque lo que estamos hablando es solamente "Una garantizar" de... Familias pueden tener estabilidad de vivienda, estabilidad y oportunidad para una educación para sus hijos, y también para el seguro de salud en los Estados Unidos. Eso, para mi, son derechos básicamente en la economía de 2018. Eso es... Eso es y no es mucho... Y no es mucho más, y no es mucho menos.
El servilismo de Ramos es cuestión de récord. La entrevista comienza y termina con lisonja sobre su triunfo y cómo es un ejemplo para “muchos de nosotros”. Ramos también manipula la historia. Nótese como Ramos busca evocar comparaciones con el régimen homicida castrista al hacer mención de los críticos de AOC. Pasan sin mencionar otros ejemplos más recientes de gobiernos socialistas y homicidas que acaparan los titulares de hoy- tales como los régimenes asesinos en Caracas y Managua. Ramos debió tener el coraje y presencia mental que mostró su colega León Krauze, quien sí confrontó a Bernie Sanders con esa historia reciente:
LEÓN KRAUZE: Estoy seguro que de esto sí sabe. Varios gobiernos de izquierda -sobre todo los populistas- están en graves problemas en América Latina. El modelo socialista en Venezuela tiene al país cerca del colapso. Argentina, también Brasil…¿cómo explica eso?
SENADOR BERNIE SANDERS: Usted me está haciendo unas preguntas…
KRAUZE: Pero eso sí le interesa.
SANDERS: Estoy muy interesado pero ahora me estoy presentando para presidente de Estados Unidos.
KRAUZE: Entonces no tiene opinión sobre la crisis en Venezuela.
SANDERS: Claro que tengo una opinión, pero como le dije, ahora estoy enfocado en mi campaña.
Los traspiés de AOC en esta entrevista no se limitan a su inhabilidad de definir con claridad lo que es una postura política medular (es decir, “socialismo demócrata”) más allá de frases ambiguas para describir la medicina universal, la vivienda subsidiada y la universidad gratuita. Cuando se le preguntó por su apoyo a una solución permanente al problema de status de Puerto Rico, AOC revirtió su apoyo a un status más igualitario (¿estadidad?) para entonces expresar la necesidad de ir a la isla y hablar con organizadores comunitarios antes de expresar un apoyo- semejante a sus recientes contratiempos con respecto a Israel en el programa Firing Line de la cadena de difusión pública PBS.
El afán de glorificar a Ocasio-Cortez es similar al de Univisión y otros medios por enaltecer al exalcalde de San Antonio, Julián Castro. La política de identidad no puede sobrevivir sin sus íconos.
El deseo nostálgico de convertir a AOC en el rostro político de la “coalición emergente” de Obama amenaza con socavar el arduo esfuerzo que rindió para llegar a donde está hoy día (y como candidato, tengo la perspectiva única para entender “el joceo”). Los que quieran convertirla en la próxima “fiebre” la ayudarían más impulsando su carrera y facilitando sus “conversaciones políticas”, algo que debió ocurrir hace rato.