Detalles fascinantes son los que emergen del artículo de portada de la edición más receiente del semanario Bloomberg Businessweek- un artículo sobre el presidente ejecutivo de Univision y megadonante de la Fundación Clinton Haim Saban. El detalle principal es que Univision es precisamente lo que creíamos que era.
Con frecuencia hemos postulado que Univision se comporta de manera similar a un lobby liberal que con mayor frecuencia depende de la elección de demócratas a la Casa Blanca y al Congreso como medio básico de supervivencia (parecido, digamos, a Planned Parenthood). Siempre habíamos creído que el alivio reglamentario que buscaba Univision era la reforma migratoria integral, dados los comentarios del presentador Jorge Ramos con respecto a la supervivencia a largo plazo de la televisión de habla hispana en los Estados Unidos.
Pero la inmigración no es el único alivio que procura la cadena. Según Bloomberg Businessweek:
Si Saban y sus socios llevan a Univision (a oferta) pública- la empresa notificó a la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) el año pasado pero aún no ha fijado una fecha- ya podrían tener comprador para un bloque significativo de acciones. El año pasado, Univision divulgó que tenía un plan para facilitarle a Televisa, quien ahora controla casi el 10 por ciento de la empresa, a incrementar su postura a tanto como el 40 por ciento. Pero eso requeriría la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), la cual está obligada a revisar cualquier propuesta de aumentar el control foráneo de un medio de difusión estadounidense más allá del 25 por ciento. Para lograr esto, Saban necesita un gobierno afin en Washington. "Hillary tiene mayor probabilidad de darle el visto bueno a cualquier expansión de control foráneo de los dos que lo que tendría Trump", dice Porter Bibb, el veterano analista de medios.
Ahí lo tienen. Si la oferta pública de Univision permanece en limbo indefinido- una mayor posibilidad en tanto que los inversionistas indaguen más allá de la cortina de humo que fue la racha de adquisiciones digitales- entonces entra el "Plan B", algo que llamo el "Azcárraga Bailout", en la cual el dueño de Televisa Emilio Azcárraga adquiere gran parte de la cadena. Detallamos las razones por las cuales eso podría ocurrir aquí.
Pero esto requiere una flexibilización del reglamento actual, el cual no permite a entes foráneos que adquieran intereses tan grandes en teledifusoras domésticas. Los términos de quienes ocupan cincos escaños de la junta de comisionados de la FCC expiran durante la próxima presidencia (las primeras dos en el 2017) así que Univision tiene mucho en juego aquí.
Resulta que esta no es la única perlita en la historia de portada. Como verán, resulta que el presidente ejecutivo de la cadena que ha atacado a Donald Trump con mayor dureza por la cuestión contributiva (en mi opinión, el más flojo de todos los argumentos en contra de Trump) -a tal grado que algunos de sus presentadores le hacen echo a la campaña Clinton (véase aquí y aquÏ)- también ha tenido líos contributivos en el pasado:
En el 2006, Saban testificó ante el Senado de los Estados Unidos por la manera en que él, junto a otros empresarios ricos, usaron un refugio fiscal foráneo para reducir sus impuestos. Lo manejó tan hábilmente como todo lo demás, alegando ignorancia. "No soy ni abogado ni perito contributivo, y de hecho, mi educacuón formal terminó cuando terminé la secundaria", dijo Saban, añadiendo que estaba en trámite de pago con el Servicio de Rentas Internas.
No anticipo que Univision se vaya a apresurar en revelar eso. Médicos, cúrense a sí mismos.
