A Jorge Ramos aún no le importa Puerto Rico

September 29th, 2018 11:01 PM

La columna más reciente de Jorge Ramos sobre Puerto Rico muestra que nunca le importó la Isla excepto como algo para señalar en su guerra infinita contra Donald Trump o en su esfuerzo quijotesco por impulsar a separatistas.

Su columna más reciente, titulada “Los muertos no se esconden”, es un ejercicio en transferencia de culpa y de promulgar falsedades verificables en interés de la mentada transferencia de culpa, es decir, que el gobierno de Donald Trump es el único responsable de las sobre 3,000 muertes en Puerto Rico como resultado del paso horrendo del huracán María.

Primero, Ramos insiste en seguir endilgarle a su público la narrativa de que la tiradera de toallas de Donald Trump fue de algún modo un insulto intencional a los puertorriqueños:

Primero, están las humillantes imágenes de Trump tirando rollos de papel toalla a las víctimas del huracán en Puerto Rico.

Esa versión de los eventos fue desmentida aquí mismo en MRC Latino, por un testigo que presenció los hechos, brindando así una perspectiva que se ha suprimido en nombre de la narrativa:

Para dejar el registro claro, al inicio en su visita a la iglesia Calvary Chapel en Puerto Rico, el presidente se dedicó a saludar a la gente, a tirarse fotos con algunos afectados mientras estaba cerca de las mesas de distribución de suministros. Luego se dedicó a entregar esas provisiones a los damnificados personalmente. Trump estuvo la gran mayoría de su tiempo entregando suministros a los afectados. Casi al final de la visita, y después de haber dedicado varios minutos a entregar provisiones, como pollo enlatado, linternas eléctricas, arroz y agua, entonces fue cuando por solo 30 segundos arrojó rollos de papel toalla a las personas que estaban más atrás en el público y que no habían podido acercarse hasta donde él estaba distribuyendo los suministros.

La realidad es que el presidente arrojó rollos de toallas de papel porque vio que había un montón de gente detrás de las primeras filas que no podían llegar hasta él para recibir nada. El presidente quería incluirlos, puesto que el acto era para distribuir provisiones. El público de atrás inclusive se lo pidió, pues no podían llegar hasta el presidente. Él no iba a arrojarles botellas de agua o comida enlatada, que podían lastimar a alguien, sino que lo hizo con rollos de toallas de papel, que no iban herir a nadie.

Aunque esto fue presentado por los medios como una muestra de desprecio hacia los puertorriqueños que estaban allí, en realidad fue un acto de frustración, debido a la desorganización del evento. Él quería llegar a tanta gente como fuera posible con las provisiones, pero no estaba en el lugar adecuado para hacerlo. Desde donde yo me encontraba, tomé fotos de él en las cuales se le ve claramente frustrado por la forma desorganizada en que se llevó a cabo el evento.

Es difícil sino imposible reconciliar una oposición a Trump basada en la incompetencia con la repetición de una noción de que Trump sacó tiempo, en medio de una visita a un territorio lacerado por un huracán, a aprenderse un insulto a los residentes de dicho territorio. No hace sentido alguno. Pero el sentido no le impide a Ramos tirar eso.

Ramos, siempre dispuesto a hacerle el encargo a la alcaldesa corrupta de San Juan, saca tiempo para atacar al gobernador de Puerto Rico por tratar de trabajar con el gobierno de Trump

Incluso el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, que en varias ocasiones ha pecado de diplomático frente a Trump, estuvo en desacuerdo con él. “Ni el pueblo de Puerto Rico ni las víctimas merecen que se cuestione su dolor”, me dijo el gobernador en una entrevista.

En el código de Ramos, “diplomático” significa “débil” o “sumiso”, y así lo reseñamos recientemente. Quizás Ramos aún esté resentido de que el gobernador le haya tapado la boca en su propio programa.

En términos de dejar pasar falsedades verificables sin cuestionar, esta esta línea de ramos:

Este es el país más poderoso, más sofisticado, y con mayores recursos que ningún otro sitio”, me dijo el congresista Demócrata, de origen puertorriqueño, Luis Gutiérrez. “¿Y tú viste al ejército de los Estados Unidos? El ejército más poderoso, el más sofisticado, nunca entró... Todavía hay gente que no tiene luz, que no tiene agua, ¡a un año!

Aquí esta el video de la falsedad en boca de Gutiérrez, pretendiendo borrar la presencia de sobre 11 mil militares estadounidenses en Puerto Rico:

JORGE RAMOS, PRESENTADOR, AL PUNTO: Entonces, ¿murieron tres mil personas en Puerto Rico, o no murieron según dijo el presidente?

CONGRESISTA LUIS GUTIÉRREZ (D-IL): Jorge, yo estuve a los diez días del huracán. El tráfico...a mediodía...congelado. O sea...si tú estabas enfermo no podías llegar al hospital. ¿Ah?

RAMOS: ¿Pero eso es culpa del presidente Trump?

GUTIÉRREZ: Este es el país más poderoso, más sofisticado, con mayores recursos que en ningún otro sitio. ¿Tú viste al ejército de los Estados Unidos? ¿El ejército más poderoso, más sofisticado? Nunca entró. ¿Tú viste los recursos? Estamos a un año.

Tal parece que la columna estaba intencionada para coincidir con el episodio de “Real America” con tema de Puerto Rico, el cual cubrimos aquí- su propia exhibición hedionda de propaganda separatista.

Esta columna, atroz por mérito propio, es al menos igual de mala que el episodio se Facebook Watch sino peor, porque muestra lo que muchos hemos sabido desde el principio: que a Jorge Ramos no le interesa aprender nada sobre Puerto Rico más allá de lo que promueva la politización del dolor y sufrimiento humano, o la guerra infinita contra Donald Trump. Ante estos fines, los hechos no importan.