En su reciente cobertura de un discurso que el papa Francisco ofreció ante la Pontificia Academia de las Ciencias, el Noticiero Univision hizo ver como si el Santo Padre fuese el primer papa en la historia que toma en serio la ciencia.
Jorge Ramos introdujo el informe de la siguiente manera: «La Iglesia Católica se opuso durante siglos a las explicaciones científicas de cómo se creó el universo. Pero ahora el pontífice admite que la ciencia no está peleada con la religión y que Dios, dijo, no es mago».
No solo no es cierto que la Iglesia se haya opuesto en todo momento a las explicaciones que menciona Ramos, sino que durante todos esos mismos siglos muchos hombres de ciencia eran cristianos devotos, y a veces hasta miembros del clero. Por mencionar solo uno, el monje austríaco Gregor Mendel, fallecido en 1884, fue quien descubrió las leyes de la genética. Y mucho antes, durante la Edad Media, quienes preservaron y expandieron el conocimiento científico del mundo antiguo fueron precisamente religiosos en su mayoría.
El reportaje lo narró Luis Megid, y por un lado, sobre la atribución del Big Bang a Dios por parte del papa, Megid reconoce que «los expertos dicen que en este tema [el pontífice] simplemente está reafirmando la posición que la Iglesia ha tenido desde los años 40». Acto seguido, el periodista enfila su verbo a otro sector cristiano, diciendo que «[e]n realidad, no son los católicos, sino los cristianos evangélicos los que más se oponen a la ciencia y a la biología moderna».
Después Megid se contradice, al hacer la salvedad de que «[o]tros cristianos evangélicos más moderados encuentran puntos en común con las palabras del papa». Finalmente, como parte de la conclusión de su informe,ٕ el reportero lanza otro golpe a los cristianos en general, diciendo que «Dios no tiene una varita mágica, el papa Francisco tampoco. Por eso en pleno siglo XXI todavía resulta difícil convencer a muchos de que negar la ciencia es vivir en el pasado».
Si de hecho hay algunos cristianos que cuestionan algunas teorías científicas, ¿acaso no están en libertad y en todo su derecho de hacerlo? Y por más sentido que parezca que tiene la teoría de la evolución específicamente, ¿acaso no es todavía lo que todos la llaman, una teoría?
La gran ironía de todo esto es que quienes pintan a la religión como policía de algún dogma de pensamiento único están cayendo en lo mismo que critican injustamente, porque son ellos quienes no respetan al que se atreva a cuestionar algunos nuevos «dogmas» no religiosos del mundo actual.
A continuación, los pasajes textuales de los segmentos citados:
Noticiero Univisión 29/10/2014
JORGE RAMOS: El papa Francisco sin duda vuelve a sorprender. La Iglesia Católica se opuso durante siglos a las explicaciones científicas de cómo se creó el universo. Pero ahora el pontífice admite que la ciencia no está peleada con la religión y que Dios, dijo, no es mago. Luis Megid nos trae más detalles de un papa que no deja de sorprender.
LUIS MEGID: La Biblia dice que Dios creó el mundo en 6 días, y que el séptimo descansó. Para muchos cristianos, esa es palabra divina.
MUJER ENTREVISTADA: Sí, lo hizo en siete días, lo hizo, sí.
LUIS MEGID: Pero esta semana el papa, incomodando los más conservadores, dijo que Dios no tiene una varita mágica y que la teoría de la evolución es real.
El big bang, como se conoce en inglés a la gran explosión que dio origen al universo, no contradice la intervención de Dios. Al contrario, dijo el pontífice, requiere la intervención divina. ¿Cuán revolucionaria es la idea? El papa Francisco ha hecho varios comentarios controvertidos, pero los expertos dicen que en este tema simplemente está reafirmando la posición que la Iglesia ha tenido desde los años 40.
DANIEL ÁLVAREZ, profesor de teología, Universidad Internacional de la Florida: En otras palabras, el papá está diciendo: la teoría científica del origen del universo necesita un Dios, y la teoría de la evolución necesita un Dios también. Así que en ese sentido, las palabras del papa no son tan radicales como parecen.
LUIS MEGID: En realidad, no son los católicos, sino los cristianos evangélicos los que más se oponen a la ciencia y a la biología moderna. Convencerlos de que no es así va a tomar más que un comentario del papa. Especialmente aquellos que interpretan la biblia en forma literal, palabra por palabra, como la palabra de Dios.
O sea, ¿el papa está equivocado?
MISMA MUJER ENTREVISTADA: Pues, yo pienso que sí.
LUIS MEGID: Otros cristianos evangélicos más moderados encuentran puntos en común con las palabras del papa.
HOMBRE ENTREVISTADO: Estoy de acuerdo con el papa, Dios no tiene una varita mágica. Dios tiene algo más que una varita mágica. Dios dice y se hace.
LUIS MEGID: Dios no tiene una varita mágica, el papa Francisco tampoco. Por eso en pleno siglo XXI todavía resulta difícil convencer a muchos de que negar la ciencia es vivir en el pasado. En San Francisco, Luis Megid, Univision.