Usted no lo sabría si solo ve los noticieros nacionales de televisión en español de Estados Unidos, pero el Centro de Investigaciones Pew acaba de publicar un estudio que muestra que entre los votantes hispanos del país el virtual candidato presidencial republicano Donald Trump tiene ahora los mismos niveles que tuvieron Romney y McCain en ese grupo electoral cuando fueron los candidatos del partido.
Las cifras comparativas son en realidad favorables para Trump: mientras que a esta altura de la temporada electoral en 2008 McCain registraba el 23% y en octubre de 2012 Romney registraba el 21% de los votantes hispanos, Pew indica que ahora Trump es favorecido por el 24% del voto hispano.
Aún más interesante -- y otra vez ignorado por las cadenas de televisión nacional en español como Univisión, Telemundo, Azteca América y MegaTV -- es que entre los votantes hispanos que principalmente hablan inglés Trump está a corta distancia detrás de Hillary Clinton por sólo siete puntos, 48-41.
La encuesta, realizada entre el 15 y 26 de junio, también encontró que la inmigración -- el tema interpretado con frecuencia por Jorge Ramos y otros como prácticamente la única razón existente y de interés principal entre los votantes hispanos -- cae detrás de economía, el terrorismo y la salud entre los temas que están en primer plano para ellos.
El silencio de las cadenas en español sobre los resultados de esta encuesta es ensordecedor. Univisión y Telemundo informan rutinariamente sobre las encuestas de la población latina que realiza el Centro de Investigaciones Pew, de manera que esto parece un caso muy sospechoso de sesgo por omisión, que a menudo ocurre cuando la noticia no se ajusta a una narrativa preferida.
Por supuesto, es evidente que Trump aún tiene mucho trabajo por hacer entre los votantes hispanos. En un tema tras otro, la encuesta muestra a Clinton con ventaja considerable sobre Trump en este segmento del electorado. Pero si en este momento de la campaña el aspirante presidencial está llegando a niveles comparables con los de los dos últimos candidatos republicanos, eso no es solo una señal sorprendente de viabilidad teniendo en cuenta la dinámica de su campaña sino también de la posibilidad de espacio real para crecer.
Los políticos que lo ven desde la capital en Washington y los grandes jefes de las cadenas en español pueden encontrarse con que los votantes hispanos no son tan predecibles como ellos piensan. Después de todo, son los mismos que "no se dieron cuenta del fenómeno Trump", según Politico. De manera que todavía no se ha dicho la última palabra.