Al ver las noticias en las principales cadenas de televisión en español o inglés nadie se habría enterado de que mientras hacía campaña en Puerto Rico el aspirante socialista a la nominación presidencial demócrata, senador Bernie Sanders, anunció que si es elegido perdonaría a Oscar López Rivera. López Rivera fue condenado por fabricación de bombas y entrenar a otros en la forma de hacerlas y utilizarlas durante una ofensiva terrorista marxista por la independencia del territorio estadounidense de Puerto Rico durante la década de 1970 y principios de la década de 1980.
En un discurso en San Juan, Sanders pidió el perdón de López-Rivera, cuyas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (conocidas como las FALN) fueron responsables de más de 100 atentados en los que murieron seis personas, además de herir a decenas de otras en ataques en ciudades importantes de Estados Unidos. Entre esos atentados se cuenta la explosión de una bomba en Fraunces Tavern en Nueva York en 1974, en la que murieron cuatro personas inocentes.
BERNIE SANDERS, PRECANDIDATO DEMÓCRATA: Oscar López Rivera ha servido su condena, a él se le debe de dar una oportunidad de gozar de sus últimos años en libertad. Y si el presidente Obama no hace eso, como yo deseo que haga, yo, como presidente de los Estados Unidos, le daré un perdón a Oscar López Rivera.
López-Rivera nunca expresó arrepentimiento por su papel en la sangrienta campaña terrorista de atentados con bombas lanzada por las FALN, y nunca ha renunciado al uso de la violencia para tratar de impulsar la causa por la independencia de la isla que siempre ha sido rechazada mayoritariamente por el pueblo de Puerto Rico, en referéndum tras referéndum sobre el tema.
López-Rivera fue condenado en Chicago en 1981 por sus crímenes y no se contempla que salga del Instituto Correccional Federal Terre Haute hasta el año 2023. El entonces presidente Bill Clinton ofreció clemencia en 1999 a López-Rivera y a otros 13 terroristas, a condición de que renunciaran al uso del terrorismo y de la violencia para lograr sus objetivos políticos. López-Rivera se negó a hacerlo.