Stormy Daniels está de moda y pareciera no molestarla para nada. La prensa, coludida una con otra, busca la manera de enredar más el asunto con el presidente Donald Trump. Recientemente, ante las denuncias de tres mujeres por maltrato, el fiscal de Nueva York Eric Schneiderman renunció a su puesto en medio de una prensa indiferente. Indudablemente que hay hipocresías en cuanto al tema del acoso a la mujer y en ello mucho tienen que ver los medios de comunicación.
Univisión es parte de esta componenda y que ha sabido ganarse sus réditos dentro del ambiente hispano. No hace falta tomar atención para ello, si en cualquier momento te atrapa su programación o estás con las noticias, tendrás nuevas historias, verídicas o no, que te recuerden los sensuales momentos de una actriz porno que denuncia haber sido engañada o la actriz que descubre, después de algunos años, el haber sido acosada.
Los grandes titulares que son mostrados te preocupan de una magnificada noticia. ¿Cuánta intención de denunciar hay en ello? Sin mostrar un ápice de remordimiento, sus presentadores hacen gala de su profundo compromiso en contra del denigrar la figura de la mujer. El teleprompter, fiel compañero de mil batallas, cumple su función de comulgar, en ellos, el perdón a esa indiferencia.
Yo lo viví en carne propia ante la osadía, malcriadez y repugnancia del acoso de uno de sus presentadores. Mi denuncia tardó dos años para ser tomada en cuenta, mientras sus presentadores, noticieros y departamento de investigación miraban hacia el lugar equivocado teniendo al frente y dentro de sus estudios al culpable de la indignación más grande que una mujer pueda sufrir.
Hay formas de romper la dignidad de una mujer. Hay maneras de vender el cuerpo de una mujer. Hay formas de ligarse al mundo más ruin para transgredir el valor de una mujer. No basta con expresar descontento, malestar o llanto alguno ante la desdicha de una mujer cuando es abusada, si muy cerca tienes un laboratorio que viene creando nuevas formas de violencia, maquillándolas, cual actriz de telenovelas, para ser vendidas en pro de una buena audiencia.
Sensación Deporte es una muestra virtual, salida de aquellos laboratorios de Univisión donde la mujer cobra el protagonismo que solo ellos saben darle. Ante la caída de internautas que visitan sus plataformas se recurre al facilísimo en contenido. Bellas mujeres son mostradas, cual mercado que se rebaja al mejor postor, tratando de deleitar a una platea que Univisión acostumbró ante sus urgentes necesidades.
Ya lo decía, hay maneras de quebrar la coraza que protege el valor de una mujer y Univisión lo sabe perfectamente. El tan nombrado #MeToo, que se esfuerza en denunciar a todo aquel que ofende un cuerpo femenino, tiene de aliado a la cadena más importante en español, pero cuánto vale ese apoyo cuando infringe ese compromiso, desnudando en sus páginas, la tolerancia ante lo evidente de una manera más solapada de hacer abuso ante la necesidad de aumentar la audiencia sin importar la desnudez de sus conciencias.