CORRECIÓN: Una versión previa de esta columna sugirió que la junta de directores del Desfile Puertorriqueño anunció la decisión de honrar a Oscar López Rivera con el título de Prócer de la Libertad Nacional el día 17 de mayo del 2017. De hecho, el anuncio fue el día 2 y se ha eliminado la línea errónea. No obstante, Oscar López Rivera sigue siendo un terrorista impenitente; y su libertad una injusticia grotesca (J.B.).
Se sigue desmoronando la edición de este año del Desfile Puertorriqueño de Nueva York. Los auspiciadores corporativos siguen huyéndole al desfile, tras su decisión catastrófica de honrar al terrorista convicto de las FALN, Oscar López Rivera, con el título de "Prócer Nacional de la Libertad" antes de marcharlo por la Quinta Avenida. Mientras líderes como Melissa Mark-Viverito, la presidenta del Consejo Municipal de Nueva York, buscan aguarecerse de la respulsa a Oscar, es importante que tomemos un par de minutos para separar los hechos de la propaganda, para mejor entender lo que está ocurriendo.
Primero que nada es importante establecer que, como cuestión de hecho, Oscar López Rivera es un terrorista impenitente. Los apologistas de López Rivera buscan establecer equivalencias morales al compararlo con figuras tales como Nelson Mandela o George Washington. Pero tales comparaciones no sobreviven el más mínimo escrutinio (al menos que se pueda establecer que Washington lideró personalmente una serie de ataques contra civiles ingleses en suelo inglés).
Pero sí existe una comparación más apropiada. Dada la influencia de López Rivera en las operaciones, reclutamiento, estrategia, logística y liderato de las FALN, bien podría decirse que López Rivera fue para las FALN lo que fue Khalid Sheikh Mohammed para al-Qaeda. Del informe de presentencia de López Rivera, según citado por el Informe presentado por el Comité de Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes de los EEUU con respecto a las conmutaciones del presidente Clinton a las FALN del 1999:
López ha estado involucrado personalmente en ataques de bombardeo e incendiarismo a lo largo del país desde al menos cinco años antes del conocimiento y participación de Méndez, ha sido un reclutador principal de integrantes del grupo terrorista clandestino, y ha sido un adiestrador clave con respecto al bombardeo, el sabotaje, y otras técnicas de la guerrilla. Ha establecido una serie de refugios y fábricas de bombas a lo largo del país, de cuyos allanamientos se han descubierto literalmente centenares de libras de dinamita y otros tipos de materiales altamente explosivos, detonadores, cronómetros, gran provisión de armas y abastos de municiones, silenciadores, escopetas recortadas, disfraces, documentos de identidad alterados o robados, y los recaudos de asaltos armados de tales locales como una Armería de la Guardia Nacional, el comité de campaña de Carter-Mondale en Chicago, empresas de radio y comunicaciones, así como una variedad de vehículos hurtados.
Detalles adicionales nos llegan por medio de la moción apelando la sentencia de desacato de María Cueto, otra integrante de las FALN. Posteriormente, las huellas de López Rivera fueron halladas por el FBI en esta guarida en Milwaukee, tras la ejecución de una orden de allanamiento:
Tras su llegada a la guarida de Milwaukee por primera vez en diciembre del 1979 o enero del 1980, Méndez fue llevado a un taller en el sótano en donde Oscar López le indicó que el propósito de ese día era de instruír a Mendez respecto a la construcción meticulosa de varios tipos de artefactos explosivos e incendiarios. Según descrito con gran detalle en el testimonio presentado por Mendez en contra de Oscar López, Mendez pasó varias horas siendo instruído sobre las herramientas y las técnicas de la manufactura de bombas. López describió y demostró las técnicas, y observó mientras Mendez practicaba. Mendez aprendió a alterar relojes para que funcionasen como cronómetros, y aprendió a fabricar circuitos de detonación. López también describió las circunstancias que llevaron al incidente en el cual William Morales se voló las manos en la fábrica de bombas de la FALN en Queens, Nueva York. López describió la manera en que se alteró incorrectamente el reloj en esa bomba niple particular, provocando así su detonación prematura. durante el transcurso de la instrucción de ese día, López mandó a Mendez a construir aproximadamente diez (10) cronómetros y circuitos detonadores.
Ciertamente, López Rivera NO fue a prisión por su simple creencia en el ideal de la independencia para Puerto Rico, contrario a la basofia que circulan irresponsablemente tales simpatizantes como la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz o el rapero Residente. Tales sofismas fueron creadas con el fin de manipular tanto la bondad y capacidad inherente de perdonar del pueblo puertorriqueño (el "ay bendito") cuando se lanzó la campaña final de conmutación hace algunos años.
Tras revisar tanto comunicados, documentos y otras declaraciones de las FALN, como las declaraciones del mismo López Rivera luego de ser liberado y su apoyo abierto a tiranos tales como Nicolás Maduro de Venezuela (quien se tomó el tiempo para felicitar a López Rivera en llamada transmitida en vivo por TeleSur mientras sus esbirros reprimían brutalmente al pueblo venezolano en las calles), queda claro que Oscar López Rivera no es ningún "Prócer de la Libertad Nacional". Lo que busca no es liberar a Puerto Rico, sino subyugar al pueblo puertorriqueño bajo el yugo del marxismo castrochavista. La independencia es tan sólo un medio procesal con el cual lograr el fin deseado. Extraña libertad es ésta que procura López Rivera - la libertad para esclavizar.
Puertorriqueños de todas las ideologías sintieron horror e indignación tras ver la soltura con la cual López Rivera alababa la Revolución Bolivariana. Vieron al revolucionario marxista tal cual es, en contraste con la imagen de abuelito tierno que les fue endilgada por una minúscula élite radical con la complicidad intencional de la mayor parte de los medios.
Tanto la speaker Viverito como la alcaldesa Cruz (asistidas en los medios hispanos nacionales por el congresista Luis Gutiérrez de Illinios, antiguo vecino e íntimo amigo de la familia López Rivera) persuadieron a la junta del Desfile Puertorriqueño a que instituyese este premio, pero el "timing" sospechoso de su anuncio sugiere tanto mala fe hacía los auspiciadores (quienes podrían desear no tener nada que ver con un cambio tan radical en los términos de su auspicio del Desfile), como la intención de fabricar la apariencia de un apoyo masivo y multitudinario a la causa para la independencia el mismo día en que se lleva a cabo en la Isla un plebiscito de status.
Es obvio que la speaker Viverito fue sorprendida tanto por la celeridad como la precisión de la campaña de presión a los auspiciadores del Desfile Puertorriqueño, lo que la llevó a despotricar contra supuestos "ultra derechistas" en la Isla que quieren afectar lo que pasa en Nueva York. Pero aquí sucede lo contrario. La gente en la Isla (y, de paso, en el Centro de la Florida, donde yo vivo) está hastiada de que los Gutierrez y Viveritos y Lin-Manueles y Ricky Martins de la vida vengan desde afuera a decirles cómo vivir y por quien votar.
Usted está en la libertad de pensar lo que quiera de Puerto Rico, los puertorriqueños, o los problemas que encara actualmente la Isla, pero ni por un segundo se le ocurra pensar que esta campaña deliberada por honrar a un terrorista convicto con el galardón de "Prócer" refleja, de manera alguna, la voluntad colectiva de los puertorriqueños.
Tanto López Rivera como las FALN fracasaron espectacularmente en su misión de sacar por la fuerza a los Estados Unidos de Puerto Rico Y de persuadir a los puertorriqueños a someterse al dominio del marxismo. Por lo tanto López Rivera es un terrorista fracasado, rechazado por el mismo pueblo que pretendió subyugar bajo la apariencia de liberación, y es completamente indigno del galardón que le concede este desfile fracasado.