En la edición más reciente de Al Punto, el presentador Jorge Ramos tuvo ocasión de entrevistar al nuevo Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el diputado Henry Ramos Allup de la Mesa Unida Democrática. Sin embargo, la breve entrevista dejó muchísimo que desear.
Se supone que el departamento de noticias de Univisión, la mayor cadena de habla hispana en los Estados Unidos, analice temas políticos de interés en Estados Unidos y América Latina. Sin embargo, la comidilla de las pasadas dos semanas ha sido la recaptura del Chapo Guzmán. Por consecuente, el dominio de la Chapomanía sobre los noticieros de Univisión ha sido tal que le ha restado tiempo a la cobertura de otros temas de igual o mayor seriedad y relevancia a la teleaudiencia- entre ellos, la reciente crisis constitucional ocurrida en medio de la histórica transición de poder en la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela.
En resumen: la oposición venezolana gana control supermayoritario de la AN, tras 17 años de control chavista. El chavismo alega irregularidades electorales en el triunfo de los tres candidatos opositores en el Estado Amazonas. Este número es importante porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció el triunfo de 112 opositores en la elección legislativa- el número preciso para darle a la Mesa una supermayoría con la cual convocar elecciones revocatorias del presidente Nicolás Maduro y llevar a cabo otras medidas de fiscalización constitucional. El chavismo entonces solicitó un amparo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ- dominado por chavistas), el cual fue otorgado y declara nula las acciones de la Asamblea Nacional mientras permanecieran los tres diputados de Amazonas en la AN.
Y en medio de esa crisis constitucional y conflicto de poderes es que comparece Ramos Allup a Al Punto, y uno pensaría que Jorge Ramos, quien se proclama fiscalizador de abusos de poder, aprovecharía esta oportunidad para llamar atención a los abusos y atropellos de un chavismo que se niega a soltar las riendas del poder ante la voluntad de millones de venezolanos. En principio, eso es lo mínimo que uno espera. Pero la realidad fue otra.
En lugar de cuestionar los abusos del chavismo e iluminar la crisis constitucional, Ramos cuestionó a Ramos Allup sobre si era adecuado convocar a elecciones revocatorias, y sobre la óptica de la remoción de imágenes de Chávez, Maduro, y Bolívar del hemiciclo de la Asamblea Nacional. Con más tiempo es posible que se pudiese haber traído el tema, pero eso le hubiera restado tiempo a cobertura del Chapo. Lo que pudiera haber sido una gran plataforma para denunciar los abusos de poder se redujo a una discusión infructuosa de proceso político. De ese modo, el análisis serio dio lugar al faranduleo y a la frivolidad.