Los medios corporativos quedaron embelesados con la espeluznante historia de violación infantil en Ohio cuando les sirvió para impulsar una narrativa a favor del aborto por pedido. Sin embargo, la complejidad de la historia completa no aporta nada hacia la agenda proaborto, por lo que han preferido esconderla del público, tal y como hicieron cuando enjuiciaron al notorio abortista de Filadelfia Kermit Gosnell.
Al violador confeso Gerson Flores se le radicaron cargos de violación, negándosele la fianza en una audiencia separada. Pero la cobertura sigue enfocándose en la doctora Caitlin Bernard, la abortista, a quien los medios corporativos presentan simultáneamente como la heroína y "verdadera víctima" de la desgracia.
Aparte de Megan Fox (PJ Media) y Mia Cathell (Townhall), los reporteros asignados a la historia le han dedicado bastante más espacio al tema del aborto que al crimen en sí. Considere la redacción del Pittsburgh Post-Gazette sobre la acusación de Flores: A la acusación y el crimen subyacente, le dedicaron cuatro párrafos, mientras que el tema del aborto acaparó 12 párrafos. Esto es un claro ejemplo de cómo los demás medios corporativos (con la notable excepción de Telemundo) han cubierto la historia.
Con ello, prácticamente lograron borrar de la historia a la menor perjudicada. Al centrar la historia en el aborto, deliberadamente abandonaron a la niña perjudicada sin hacer las preguntas más básicas que surgen de esta cronología de eventos:
- Enero-mayo de 2022: violan a la niña
- 22/06/22: Notifican a las autoridades de la violación
- 30/06/22: La Dra. Barnard realiza el aborto en Indiana
- 06/07/2022: La policía recolecta ADN de la víctima quien identifica a Flores como el violador
- 12/07/2022: Arrestan a Flores
- 21/07/2022: Acusan a Flores
A saber: ¿Se falló en denunciar la violación a las autoridades de Ohio antes de que el aborto se realizara en Indiana? ¿Han sacado a la niña de la casa? ¿Por qué las autoridades no la protegieron inmediatamente después de identificar al violador como el novio de su madre? ¿Por qué se le permitió potencialmente permanecer bajo el mismo techo que su violador durante tres semanas completas después de que se denunciara la violación? ¿Se han presentado procedimientos de dependencia contra la madre por falta de protección? ¿Por qué las autoridades locales han obstaculizado todos los intentos de obtener información no invasiva sobre cualquier medida tomada para proteger a la niña?
Tal parece que Fox y Cathell son los únicos dos reporteros interesados en obtener estas respuestas en la búsqueda de justicia para la niña, a quien los medios corporativos han tratado como un accesorio indecoroso al servicio de una narrativa más amplia sobre el aborto.
El profundo y persistente interés en mantener en secreto este lado perturbador de los sucesos tiene un paralelismo inquietante con los esfuerzos de los medios de comunicación por acallar el juicio y la condena del abortista Kermit Gosnell. Gosnell fue declarado culpable de asesinar a tres bebés nacidos vivos, pero se dice que mató a cientos más. Los espantosos detalles de su práctica de aborto se trataron como un evento de crimen local y, por lo tanto, permanecieron alejados de un público nacional más abarcador que se habría horrorizado por la magnitud de la brutalidad que transcurrió en su clínica. Esta supresión deliberada promovió la agenda más amplia a favor del aborto, al igual que la supresión del resto de la historia de violación infantil en Ohio.
Entonces, al igual que al presente, los medios corporativos siguen dedicados de lleno a la causa del aborto por pedido.