El legendario comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, el aclamado Chespirito, murió el 28 de noviembre, a los 85 años. Fue el creador e intérprete de series populares que se difundieron en todo el mundo hispanohablante para deleite de generaciones de televidentes.
Como era de esperarse, la principal cadena de televisión en español de Estados Unidos, Univisión, se sumó al duelo por la muerte del comediante, cuya fama ciertamente justificaba una amplia cobertura. Sin embargo, el tema de la muerte, homenajes y sepelio de Chespirito no solo se incluyó en el Noticiero Univisión sino que fue el tema único en ese noticiero durante tres días consecutivos.
Semejante despliegue de cobertura es un síntoma más de un fenómeno que recogió The Media Insight Project, una iniciativa del American Press Institute, en un estudio reciente acerca del consumo de noticias por hispanos y afroamericanos en Estados Unidos, comparándolo en algunos casos con el consumo noticioso por parte de la comunidad blanca no hispana: La determinación que precisamente más llama la atención – y quedó evidenciada por la cobertura de la muerte de Chespirito por Univisión – es el fenómeno de que a los hispanos se les presente y a su vez consuman una proporción extremadamente alta de noticias sobre el mundo del espectáculo.
El estudio encontró que mientras el 78 por ciento de la comunidad blanca sigue noticias relacionadas con el gobierno y la política nacionales, solo el 38 por ciento de los hispanos hace lo mismo; pero mientras el 54 por ciento de los hispanos se interesa por el mundo del entretenimiento y la farándula, apenas el 32 por ciento de los blancos muestra similar inclinación. Es lógico que parte de la responsabilidad por un interés noticioso tan superficial entre los hispanos debiera recaer sobre los medios que prácticamente los bombardean constantemente con esa clase de contenido.
Otro dato igualmente inquietante es que mientras el 44 por ciento de los blancos y el 37 por ciento de los afroamericanos se interesan por las noticias más allá de los titulares, solamente el 24 por ciento de los hispanos muestra similar iniciativa. El estudio revela también que el interés natural de los hispanos por el acontecer en sus comunidades a menudo no se extiende a un interés por las noticias generales relacionadas con las ciudades donde viven.
Si bien el 81 por ciento de la población blanca sigue las noticias sobre las localidades donde reside, solo el 64 por ciento de los hispanos hace lo mismo. Y en lo referente a noticias sobre el comercio y la economía, las cifras son aún más inquietantes: solo el 53 por ciento de los hispanos las siguen, frente al 71 por ciento de los blancos y el 73 por ciento de los afroamericanos, pese a que el bienestar presente y futuro de los hispanos depende en gran medida de factores económicos.
Los medios hispanos a menudo enfatizan la información proveniente de los países de origen de gran parte de sus seguidores, lo cual es comprensible tratándose de hispanos de primera o segunda generación en Estados Unidos; pero estos medios también deberían dar mayor importancia a noticias relevantes del nuevo país donde residen los hispanos, así como noticias de las principales ciudades donde viven.
El estudio revela que «los hispanos son mucho más dados que los blancos a decir que confían muchísimo o totalmente en la información que reciben de las cadenas noticiosas nacionales (el 60 por ciento contra el 45 por ciento)». Esto también es motivo de preocupación, dada la parcialidad que suele caracterizar a esas cadenas, tanto de lengua inglesa como española.
Cabe observar que los niveles de confianza entre blancos hacia las principales cadenas nacionales hace pocas décadas eran similares a los que exhiben los hispanos hoy en día, así que puede esperarse entonces que los hispanos en Estados Unidos también desarrollen con el tiempo un mayor escepticismo saludable hacia los medios, tal como existe hoy entre la población blanca.
Un dato alentador que se desprende del estudio es que los hispanos claramente están al día con los medios de comunicación digitales. De hecho, las alertas electrónicas son el medio en que más confía cada grupo para enterarse de las noticias, especialmente los hispanos, con el 60 por ciento en comparación con el 44 por ciento entre los blancos.
Una de las determinaciones del estudio que no es sorprendente es que los hispanos muestran un mayor interés por el tema de la inmigración. Dado el flujo migratorio, el interés hispano por el tema sin duda continuará, pero sería no sólo deseable sino también más saludable que los demás patrones de consumo de noticias entre los hispanos de Estados Unidos se aproximen más a los del resto de la población.