El Director de Comunicaciones del Comité Nacional Demócrata, Luis Miranda, está en aprietos por las revelaciones de sus mensajes de correo electrónico criticando a algunos de los aliados pro amnistía fuertes del Partido Demócrata, a quienes califica de "irresponsables" por favorecer que se dé protección temporal con estatus de refugiados a los inmigrantes centroamericanos que entran ilegalmente a Estados Unidos. Otros mensajes suyos muestran que entre otras irregularidades Miranda ayudó activamente a la campaña de Hillary Clinton y trabajó contra la campaña de Bernie Sanders durante la temporada de elecciones primarias de 2016 para la designación del candidato presidencial demócrata.
Sin embargo, hasta ahora los televidentes de Univisión y Telemundo no se han enterado de esto, a pesar de que ambas cadenas cubren habitualmente hasta la más mínima controversia que involucre a los contrapartes de Miranda que atienden a los medios hispanos en el Comité Nacional Republicano.
Mientras Debbie Wasserman Schultz fue despedida rápidamente de su cargo de presidenta del Comité Nacional Demócrata raíz de las revelaciones de los mensajes de correo electrónico, el asediado Miranda permanece en su puesto hasta la fecha a pesar de los reclamos para su salida que hacen aliados antiguos del Partido Demócrata, pero ahora ofendidos. Uno de ellos es la Casa de Maryland, cuyos miembros aparecen con frecuencia como el cuadro más fácilmente reconocible de partidarios de la amnistía y agitadores en las manifestaciones públicas en el Congreso y frente a la Casa Blanca (y en la cobertura nacional de esta clase de actos por la televisión en español).
¿Y que ha hecho Miranda para provocar la ira de Casa? Bueno, en realidad destacó como “irresponsable” que el gobierno del presidente Barack Obama autorizara el estatus de protección temporal (TPS por sus siglas en inglés) para todos los centroamericanos que cruzan ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos, una demanda que si se cumple causaría un aumento aún mayor de lo que se ha visto hasta ahora en el flujo de cruces fronterizos ilegales.
Miranda’s crossing of the radical open borders lobby at CASA isn’t his only problem. The bevy of leaked emails also provide ample evidence of Miranda’s active collusion with the Clinton campaign, and bad-mouthing of the Sanders campaign.
La furia del grupo radical Casa hacia Miranda no es su único problema. Los mensajes de correo electrónico filtrados a la prensa también proporcionan amplia evidencia de colusión activa de Miranda con la campaña de Clinton y de hablar mal de la campaña Sanders.