El último ejemplo de colusión y manipulación masiva de los principales medios para promover la cultura de la muerte se produjo en la presentación de Exit International, a principios de este mes, de la muerte del reconocido científico australiano David Goodall en Suiza.
En la cobertura informativa ofrecida por los principales medios de comunicación en español de los EE. UU., no hubo informes imparciales o equilibrados sobre la controversia en torno al suicidio asistido. En cambio, se destacaron todas las características de una campaña cuidadosamente orquestada para moldear favorablemente la opinión pública sobre el asunto.
La historia de NTN24 sobre Goodall, emitida el día antes de su muerte, fue particularmente reveladora con respecto a la agenda principal del cabildeo a favor del suicidio asistido.
REPORTERA, NTN24: En este debate eterno, la ONG Exit International que está ayudando a Goodall en este último viaje, defiende el derecho a decidir poner fin a la vida en el momento que se considere apropiado.
PHILIP NITSCHKE, DIRECTOR, EXIT INTERNATIONAL: Lo que David personifica es la idea de que no se trata solo de una persona que padece una enfermedad terminal, no es solo un privilegio para los enfermos. De lo que se trata, David, es que esto es un derecho humano.
Los informes de NTN24 sobre el caso Goodall, como los de la mayoría de los principales medios de comunicación hispanos, no incluyeron preguntas críticas sobre el tema ni presentaron puntos de vista contrarios.
Además de Exit International, otros cabilderos a favor del suicidio asistido como Compassion and Choices hablan abiertamente sobre sus esfuerzos para dirigirse deliberadamente a los medios y al público hispano de los Estados Unidos para, tal como lo describen, "inocularlos contra la campaña de desinformación basada en el temor que lleva a cabo la Iglesia Católica". La Iglesia Católica es el oponente institucional más grande para la implementación de su agenda.
Sin lugar a dudas, la capacidad de convertir una creencia fundamental, como la del derecho a la vida, en la afirmación de que existe un "derecho a suicidarse" mediante la manipulación del aparato mediático, es un ejemplo clásico de lo que el “padre de relaciones públicas”, Edward Bernays, llamó la "ingeniería del consentimiento".
La idea básica subyacente es que, como las personas son "estúpidas", deben ser persuadidas mediante eventos organizados para cambiar sus opiniones a través de "la aplicación de principios científicos y prácticas probadas a fin de lograr que las personas respalden ideas y programas" (una forma elegante de decir manipulación). El eminente historiador estadounidense Daniel J. Boorstin llamó "pseudo-eventos" a estos eventos planificados no éticos, basados en "medias verdades dramáticas" usualmente patrocinadas por intereses de particulares adinerados (en este caso, Exit International y otros aliados de cultura de la muerte).
Tristemente, como se hizo evidente en el caso del suicidio asistido del Dr. Goodall, muchos periodistas se han prestado a la práctica de informar basándose en eventos fabricados, en lugar de permitir el acceso público a la información proveniente de todos los lados del debate.
Hasta ahora, tras la muerte de Goodall, el periodismo crítico sobre el tema se ha limitado principalmente a medios de comunicación más pequeños como Mercator.net, donde en una pieza incisiva titulada La peligrosa ideología del suicidio racional, Michael Cook se enfoca agudamente en el objetivo principal de las organizaciones pro-eutanasia, que no es nada menos que un derecho universal al suicidio.
La mayor parte del apoyo público para la eutanasia y el suicidio asistido proviene de personas que piensan que a nadie se le debería permitir sufrir el tormento de una muerte en vida. Pero tanto Goodall como Nitschke demostraron ser partidarios de algo completamente diferente: un derecho respaldado por el Estado a morir en cualquier momento posterior a la mediana edad, por cualquier motivo.
El Dr. William Peace, miembro de un grupo de defensa de los derechos de los discapacitados con sede en Nueva York que se opone a la legalización del suicidio asistido y la eutanasia, también señaló en un artículo titulado David Goodall: morir en apoyo de una campaña mediática que "la muerte no es un derecho, sino una certeza biológica. Todos y cada uno de los tratamientos médicos pueden ser aceptados o rechazados. Cualquier persona puede rehusar el tratamiento médico que resultará en el final de la vida. La atención de hospicio puede y frecuentemente es brindada. Pero, para los fanáticos, la Suspensión Voluntaria de Comer y Beber (SVCB) es una forma legal de morir. No veo ninguna razón para implementar legislación sobre la muerte por suicidio asistido".
A continuación, se muestra la transcripción completa del informe NTN24 mencionado anteriormente, emitido el 9 de mayo de 2018:
YOELI RAMIREZ, PRESENTADORA, NTN24: La decisión personal de un anciano ha generado una polémica internacional con respecto al derecho a la muerte digna.
REPORTERO NTN 24: Hablamos de David Goodall, tiene 104 años de edad y no está enfermo. Sin embargo, decidió acudir a la ley suiza que le permite poner fin a su vida por determinación propia. Este jueves, 10 de mayo, será su último día sobre la tierra, el día en el que eligió morir.
REPORTERO NTN 24: Este es un viaje sin retorno, David Goodall, un científico australiano, llegó este miércoles a la ciudad de Basilea, Suiza, donde mañana vivirá su último día antes de que se le aplique una inyección que lo pondrá a dormir para siempre. A pesar de no padecer ninguna enfermedad terminal, Goodall decidió que el fin ha llegado.
DR. DAVID GOODALL: A mi edad, e incluso algo menos que a mi edad, uno quiere ser libre para elegir su muerte cuando es el momento apropiado. Bueno, supongo que en cierto modo es una presión pero no creo que la elección de nadie más esté involucrada. Es mi propia decisión poner fin a mi vida mañana y la espero con impaciencia y agradezco a los profesionales médicos suizos que lo harán posible.
REPORTERO NTN 24: En Australia, su país, la eutanasia es ilegal, pero en Suiza el suicidio asistido es permitido desde los años cuarenta. Goodall no niega que con su elección pretende enviar un contundente mensaje a su gobierno.
DR. DAVID GOODALL: Sí, ciertamente espero que mi historia aumente le presión para que tengan puntos de vista más liberales sobre el tema y creo que probablemente se dará un paso en la dirección correcta.
REPORTERO NTN 24: En este debate eterno, la ONG Exit International que está ayudando a Goodall en este último viaje, defiende el derecho a decidir poner fin a la vida en el momento que se considere apropiado.
DR. NITSCHKE. Lo que David está mostrando es la idea que esto no se trata solamente de una persona con una enfermedad terminal, no es solamente un privilegio para los enfermos. Lo que estamos tratando, David, es que esto sea un derecho humano. Poder tomar una decisión por parte de un adulto racional. Esta es la razón por la cual nos gusta que su idea sea considerada por personas, particularmente en Europa donde este argumento está tomando ímpetu.
REPORTERO NTN 24: A sus 104 este hombre tiene muchas restricciones alimenticias, razón por la cual no pide una última cena. Asegura que quiere que la Novena Sinfonía de Beethoven lo acompañe en sus últimos momentos.
GOODALL (en alemán): Freude, schöner Götterfunken. Tochter aus Elysium, Wir betreten feuertrunken, Himmlische, dein Heiligtum!