Como si ya no fueran demasiado estrechos los vínculos entre la campaña presidencial de Hillary Clinton y Univisión, la cadena hispanoparlante de mayor audiencia, el conductor principal de Univisión y Fusión, Jorge Ramos, anunció que su hija Paola se incorpora a la Campaña Clinton.
Al anunciar el nombramiento, reconociendo que la decisión pone otra vez en duda la credibilidad e integridad de la cadena noticiosa que representa, Ramos le aseguró al público que “esto no va a cambiar la manera en que realizo mis deberes periodísticos. Seguiré reportando con absoluta independencia y haciendo las preguntas difíciles”.
Claramente, lo que Ramos entiende como sus “deberes” como periodista y hasta qué punto sus reportajes se hacen con “absoluta independencia” es cuestionable en el mejor de los casos. A inicios de año, el presidente de noticias de Univisión, Issac Lee, explicó en un foro de periodistas en la Universidad de Texas (Austin) que el periodismo de Ramos está dirigido a promover una agenda muy específica.
Como se desprende de las declaraciones de Lee, la agenda de Ramos no persigue lo mejor para toda la sociedad, sino que defiende los intereses de la audiencia de Univisión, una audiencia que incluye, sin lugar a dudas, un porcentaje considerable de la población de inmigrantes no autorizados en los Estados Unidos, con quienes la agenda de Ramos se identifica estrechamente.
“La audiencia de Univisión sabe que Jorge los está representando”, indicó Lee. “Que no está haciendo las preguntas para ser reconocido como un periodista justo e imparcial. Está haciendo las preguntas para representarlos. Va cuestionar a la persona, lo que sea necesario para abogar por la agenda. Por una sociedad más justa, por una sociedad más inclusiva y por el bienestar de la comunidad hispana”.
La credibilidad e imparcialidad de la cobertura noticiosa de los eventos políticos en los Estados Unidos por parte de Univisión ya ha sido puesta en duda por su presidente ejecutivo, Haim Saban, quien comprometió “todo su poder” para llevar a Hillary Clinton a la Casa Blanca. Esa credibilidad ha sido dañada, además, por la asociación de Univisión con la Fundación Clinton.
Incluso la antigua productora de Ramos, Gabriela Domenzain, quien pasó a manejar la promoción comunitaria mediática de la Campaña Obama 2012, ha pedido transparencia y que se revele esa relación cuando se trata de cubrir la Fundación Clinton. “Van a ser observados con mucho más cuidado por esa razón”, reconoció Domenzain.
Siguiendo la misma lógica, con la revelación de que la hija de Ramos se está incorporando a la Campaña Clinton, ¿no debería Univisión revelar esa relación al cubrir dicha campaña? Después de todo, en una carta abierta a su hija el mes pasado, Ramos reveló que él y su hija “hablan casi a diario por teléfono y debaten de política”.