Bueno, eso iba a ocurrir en algún momento. "Eso", desde luego, es que otro órgano importante de la prensa nacional intentaría refreír y regurgitar el informe en el centro de la fracasada estrategia de Univisión para perjudicar a Rubio en 2011.
The Washington Post surgió como el encargado de dar el golpe bajo, mientras el resto de nosotros estábamos concentrados en las festividades del campeonato
Lo que no se incluye en el extenso relato, sin embargo, es el hecho de que Univisión usó ese mismo informe hace cinco años en un intento fallido de avergonzar a Rubio para que apareciera en Al Punto para una confrontación sobre el tema de la inmigración con el presentador principal y demagogo en jefe de la cadena, Jorge Ramos.
Así es cómo el Post tapó, al final del 11mo párrafo, lo que fue en esa ocasión un rechazo furioso a las tácticas de "plata o plomo" del presidente de Univisión Noticias Isaac Lee para tratar de doblegar a Rubio:
El personal de Rubio se quejó con vehemencia cuando el caso de Cicilia, olvidado desde hacía mucho tiempo, fue tema de un informe de la cadena de televisión en español Univisión en 2011.
Excepto que el informe (así como su propósito subyacente) fue condenado rotundamente hace cinco años, y no solamente por los colaboradores de Rubio. Una descripción más detallada es la que viene de los archivos del Miami Herald:
El 7 de julio (de 2011), el director de comunicaciones de Rubio, Alex Burgos, y el asesor político de Rubio, Todd Harris, mantuvieron una conferencia telefónica de 45 minutos con un grupo de importantes empleados editoriales de Univisión, incluido Lee, el jefe de noticias que manejó la mayor parte de las discusiones por Univisión. Harris representó a Rubio y Burgos tomó notas. Rubio no participó en la llamada.
Dijo Harris: "¿Usted está diciendo que si Marco hace una entrevista con Ramos, usted abandonará la investigación de su familia y el informe nunca saldrá al aire?
Dicen que Lee respondió con esta declaración: "Aunque no hay garantías, su comprensión de la propuesta es correcta".
Eso está lejos, muy lejos, de la manera falsa en que el Post describe la reacción de los colaboradores de Rubio como apenas poco más que un rechazo tibio de un informe desfavorable.
Cuando Univisión difundió por primera vez el informe sobre el cuñado de Rubio todavía no existía el proyecto de ley de la Banda de los Ocho sobre inmigración. Marco Rubio era considerado un hereje en el tema de inmigración que se oponía a la Ley DREAM (o de los soñadores) y se negaba a condenar el controversial estatuto SB1070 de Arizona, y se lo consideraba extremadamente peligroso por su habilidad ara comunicarse y conectarse en dos idiomas.
El propósito del informe -- para diferenciar y envilecer racialmente a Rubio ante votantes potenciales a través del espectro ideológico -- no ha cambiado desde hace cinco años.
Ese informe al final resultó contraproducente, recibiendo poca o ninguna atención fuera de la prensa local y de los medios conservadores. Sin embargo, la prensa en general sí aprovechó la estructura de permisividad creada por el informe. De muchas maneras, engendró algunos de los disparates que vemos hoy, como el informe risible de The New York Times sobre "el yate de Rubio" y el cuestionamiento ridículo de la hispanidad de Ted Cruz por Mark Halperin.
Con el paso del tiempo y con mucho más en juego, The Washington Post ha decidido regurgitar el informe -- al punto de usar los residuos de Univisión en el artículo --, tornándose por lo tanto en participante pleno del repugnante vilipendio racial contra quienes no siguen la línea de la izquierda para las minorías.
Es revelador que Univisión y The Washington Post tienen programado realizar un foro de aspirantes republicanos a la candidatura presidencial a comienzos de 2016.